La gran mayoría de personas sueñan con poder adquirir vivienda propia. Las facilidades de compra y los múltiples proyectos de vivienda que actualmente existen abren la posibilidad de conseguir inmuebles a precios módicos, como comprando una vivienda usada.
Para comprar vivienda existen diversos métodos, ya sea de pago como de infraestructura. Por ejemplo, las personas que desean casa nueva, pueden postularse al subsidio, ahorrar para cancelar la cuota inicial y obtener un crédito hipotecario con alguna entidad financiera para adquirir vivienda en un proyecto inmobiliario sobre planos. Existe otra manera de conseguir vivienda y es comprando inmuebles de segunda mano.
Hay quienes optan por tener vivienda usada, ya que les resulta mejor inversión dado que hay casas o apartamentos a mitad de precio gracias a los remates inmobiliarios. Los inmuebles que van a ser rematados judicialmente son una de las opciones más codiciadas por inversionistas que buscan altas rentabilidades y por personas interesadas en busca de un hogar. Los precios de los bienes pueden estar hasta un 70% por debajo de los valores comerciales. Todo depende del proceso en que se encuentre la deuda de la finca raíz, pues hay diversos métodos de pago y diferentes formas de adquisición del inmueble.
Para quienes no quieren hacer el proceso tan tedioso, pueden buscar a un deudor que necesite rematar el inmueble y pagar la deuda. En este caso, se debe hacer el trámite en un juzgado y el comprador asiste al remate guiado por el juez del caso.
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En otras situaciones, los remates judiciales son hechos por las constructoras y/o bancos que financiaron la deuda del inversionista inicial, es decir, el primer comprador. También conocidas como subastas inmobiliarias, los predios son expuestos por las entidades financieras a precios hasta por la mitad en que se adquirió inicialmente. Con el fin de salvar la inversión que se realizó.
Generalmente, los remates de bienes raíces se hacen en viviendas de estratos 2,3 y 4. Para acceder a la subasta, es necesario que la persona que quiera hacer la compra abone el 40% sobre el valor acordado con el banco o el juzgado que llevará a cabo la acción.
Algunas personas que no conocen el proceso de compray venta de inmuebles usados ven el trámite largo, poco rentable, y afirman que es más la inversión que la rentabilidad. Según ellas, se debe remodelar la casa y sale más costoso que comprar vivienda nueva. Por otro lado, piensan que no es seguro y puede tratarse de estafas.
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A lo anterior, César Sánchez, abogado de la Universidad Libre, responde que hay que quitar el mito de que comprar un inmueble en subasta es complejo “La gente asocia la compra de una subasta a un remate judicial y es completamente diferente;la verdad es que poco a poco las personas están viendo que en el caso de la subasta inmobiliaria es fácil, sencillo y seguro”.
Si las personas necesitan más información y no quieren ser timados, deben asegurarse que el trámite sea por medio de un juzgado, banco o entidades legalmente constituidas. En caso de necesitar garantías, los compradores podrán hacer uso de los peritos catastrales que ofrecen las constructoras, asimismo, podrán consultar el artículo 52 de la ley 794 de 2003 donde se explica el manejo de compra de bienes usados.
Si quieres adquirir vivienda usada, sigue los pasos e indicaciones que te dan los bancos; ellos pueden hacer el proceso mucho más sencillo y las verás ahora que las oportunidades están a la vuelta de la esquina.